PREGUNTAS CONTROL DE LECTURA

1. ¿Sera posible ahorrarnos el arguo acceso a la tradición escrita?

El acceso a la tradición escrita hace parte de nuestra cultura ya que además de involucrar la escritura, la discusión critica y el cultivo de discursos disciplinarios, surten los medios básicos a través de los cuales la cultura escolar promovería un sentido en términos de contexto, que pueden asociarse y dar sentido con la comunicación oral y extra verbal, de un acervo de saber que pretende universalidad y cuya preservación depende fuertemente de la escritura.

Ni la tradición escrita ni la informática pueden implantarse a menos de que se inserten culturalmente en la trama de acciones y de significados que constituyen la vida social. La fuerza de la tradición escrita, por ejemplo, no reside exclusivamente en el poder que encierran abstractamente los medios empleados, sean un alfabeto fonético o un sistema de numeración escrita o Ia misma imprenta, sino en la red permanentemente cultivada y renovada de interacción humana en torno al acervo que esos medios permiten recoger y cultivar.

 

2. ¿Podrá ser la informática la mediación que permita un acceso masivo al mundo de lo escrito?

Si, Sin embargo, la apropiación de la tradición escrita es una condición de la plena y libre explotación de las posibilidades de la informática. Y las dos modalidades existentes de apropiación de la tradición escrita tienden a demarcar tan bien las formas de apropiación de la informática.

La imprenta liberó a la tradición escrita de un conjunto de ataduras materiales. multiplicando sus posibilidades de inserción en los más diversos órdenes de la vida social. Es probable que la informática represente una potenciación de esa tradición, de similar importancia per sus implicaciones técnicas, culturales y políticas.

3. ¿Es razonable suponer que en la informática (como en la escritura) el acceso material al medio pueda estar aún muy lejos del acceso al conjunto de sus usos significantes?

La informática puede también ser vista como una alternativa a la formación de los maestros, mas eficaz que el diseño instruccional pero también mas costosa. De todas maneras, si nuestro énfasis en la inserción social de los medios y en la mediación cultural de su apropiación por parte de los educadores es válido, el éxito de tales medios solo puede ser independiente de la calidad de los maestros de una manera local y en cierto sentido excepcional. No basta con darle al maestro un libro, o un conjunto de instrucciones, o un microcomputador, ni siquiera acompañándolos de un mínimo de familiarización con su manejo; por el contrario, si el maestro encarna la cultura que transmite, el estudiante sobre la base de una prolongada interacción con él puede adquirirla e internalizarla de tal modo que Ie sea posible realizar posteriormente un trabajo autónomo en el mundo de los libros o en el de la informática.

 

4. ¿Es el acceso a la tradición escrita una condición ineludible de la explotación creativa de las potencialidades de la informática?

Nuestros maestros saben, por supuesto, leer y escribir: pero no por ello son necesariamente portadores de la tradición escrita. Con gran frecuencia, el medio mismo en que trabajan hacen creer que el mundo es como lo describen  y  por otro lado da sentido y sensibilidad propios de la tradición oral.

Los docentes saben leer y escribir: pero no por ello son necesariamente portadores de la tradición escrita.

En cierto sentido, el diseño instruccional fue un intento de sustituir una formación exigente del maestro (que implicaba el acceso de la tradición escrita) por un conjunto de instrucciones que hacía de él, el agente facilitador de una transmisión que no presuponía su apropiación de lo transmitido. La informática puede también ser vista como una alternativa a la formación de los maestros, más eficaz que el diseño instruccional, pero también más costosa. De todas maneras, si nuestro énfasis en la inserción social de los medios y en la mediación cultural de su apropiación por parte de los educadores es válido, el éxito de tales medios solo puede ser independiente de la calidad de los maestros de una manera local y en cierto sentido excepcional. No basta con darle al maestro un libro. o un conjunto de instrucciones, o un microcomputador, ni siquiera acompañándolos de un mínimo de familiarización con su manejo; por el contrario, si el maestro encarna la cultura que transmite, el estudiante - sobre la base de una prolongada interacción con él puede adquirirla e internalizarla de tal modo que Ie sea posible realizar posteriormente un trabajo autónomo en el mundo de los libros o en el de la informática.

6. ¿Podríamos privilegiar la introducción de la informática en la educación pública poniendo en segundo plano el problema de la formación y autoformación del magisterio?

Es teniendo en cuenta este contexto, como deberían discutirse las posibilidades que representa la informática para la educación. Indudablemente para la educación de elite no hay confusión posible: tempranamente desde la propia familia y el pre-escolar. Lo oral da paso y sentido a lo escrito y es desde el horizonte de la cultura escrita y como una manera de multiplicar sus potencialidades como puede ser y es en general abordada la informática. En cambio, si nos ubicamos fuera de esa educación de elite aparece el problema.

7. Después de leído el texto, los autores del mismo están de acuerdo o en desacuerdo con la incorporación de la informática en la educación.

Están de acuerdo en vista de que la informática representa una potencialización de la tradición escrita, de similar importancia para sus implicaciones técnicas, culturales y políticas y de acuerdo con esto, es una herramienta que lleva a la educación a un nivel de cobertura universal y de acceso para todos los niveles sociales.

En cierto sentido, el diseño instruccional fue un intento de sustituir una formación exigente del maestro (que implicaba el acceso de la tradición escrita) por un conjunto de instrucciones que hacía de él el agente facilitador de una transmisión que no presuponla su apropiación de lo transmitido.

 

5. ¿Podríamos, mediante medios como los que ofrece la informática, prescindir de darle, prioridad al acceso del magisterio a la cultura escrita?